Merkel, dispuesta a acceder a la reunificación familiar de refugiados

Angela Merkel está cerca de dar el visto bueno a la constatación de la política migratoria de sustitución en Europa. La canciller alemana está dispuesta a ceder a las pretensiones de Claudia Roth, la negociadora de los acuerdos de gobierno de Los Verdes, con tal de mantener en el poder.

La Cancillería de Berlín ha admitido que la Unión Crisitanodemócrata (CDU) de Merkel está cerca de realizar varias concesiones en este sentido, aunque “siempre con restricciones”: “Quien esté legalmente en Alemania, tenga recursos suficientes, haya aprendido alemán, trabaje y de muestras palpables de que quiere formar parte plenamente de esta sociedad, debería tener derecho a reunirse con sus familiares”, ha asegurado el secretario de Estado de Finanzas, Jens Spahn.

El derecho de aliso ampara el derecho de reunificación familiar, pero este se encuentra suspendido hasta marzo de 2018, pues más de un millón de refugiados han ingresado al país y esta cifra irá en aumento. Según ABC, el acuerdo final de la coalición podría contener la reactivación del derecho en consonancia con la ONU.

Lejos de buscar solución a la crisis migratoria dentro del propio país, la ONU apostó por abrir las fronteras para una oleada masiva de inmigración. “Es inevitable. La evolución de la población es muy predecible, los comportamientos de mortandad apenas variarán y es poco probable que se produzcan cambios en la natalidad en Europa o Asia”, aseguró Joseph Chamie, director de la División de Población, en declaraciones a El País.

La ONU obvió, una vez más, la identidad cultural de cada país. Si algo quedó demostrado durante la crisis de refugiados es que las naciones europeas no están preparadas para la acogida masiva de personas. Por no hablar de los innumerables incidentes que se han producido por las diferencias culturales o la falta de adaptación.

En Hungría, Viktor Orbán defendió su soberanía en el asunto y ha apostado por políticas familiares y ayudas sociales para aquellos que decidan ser padres. Es decir, el líder identitario prefirió apostar en primer lugar por los ciudadanos locales que tantas penurias están pasando debido a la crisis económica. “Ahora vamos a apoyar a nuestros jóvenes, pero si no logramos revertir la situación seremos nosotros los que elijamos de dónde vendrán los nuevos ciudadanos húngaros”, sentenció.


15.000 peticiones más

Alemania registró en octubre la llegada de 15.170 nuevos solicitantes de asilo, entre los que destacan más de un millar de personas procedentes de Turquía, informó hoy el Ministerio de Interior.

La principal nacionalidad de las personas que han entrado en Alemania buscando refugio sigue siendo la siria (3.301 personas), seguida de la iraquí (1.997), pero la turca se ha situado ya en tercer lugar, con 1.059 personas.

Tras ellos se encuentran afganos, nigerianos, iraníes, eritreos, somalíes, georgianos y rusos.

El mes pasado se presentaron formalmente en la Oficina Federal para la Inmigración y los Refugiados (BAMF) 17.028 peticiones de asilo, un 48 % menos que hace un año, pero un 3 % más que en septiembre.

A lo largo de octubre se resolvieron un total de 33.005 expedientes y hay todavía pendientes de resolución 87.187, después de que a lo largo de 2015 y de 2016 llegaran al país en torno a 1,3 millones de solicitantes de asilo.

En el 31,5 % de los casos resueltos el mes pasado se concedió el estatuto de refugiado o algún tipo de protección subsidiaria, mientras que en el 7,6 % se prohibió la expulsión del país del peticionario por motivos de salud o de seguridad.


La estafa de la BAMF

La BAMF tiene la obligación de revisar la situación de los países de origen de cada refugiado hasta tres años después de la aprobación de su solicitud de asilo. Si la agencia no verifica estos datos, los individuos reciben el permiso de residencia de forma permanente.

Die Welt ha informado de que la BAMF ha revocado el estatus de refugiado de sólo 206 personas, a pesar de que hay 107.000 casos potenciales de revisión en este período de tiempo. En 2016, 1.552 migrantes fueron examinados para este propósito, un dato muy reducido que las autoridades alemanas justifican bajo el paraguas del descontrol en las fronteras de toda Europa.

Armin Schuster, miembro de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller Merkel, criticó a la agencia diciendo que “si el BAMF rara vez verifica si un refugiado todavía necesita protección y le otorgamos un derecho legal a un permiso de residencia ilimitado después de sólo tres años, hacemos que el derecho al asilo tenga derecho a la inmigración”.

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