El Galeón de Manila, también llamado Nao de China o Galeón de Acapulco, era el nombre con el que se conoce a una serie de naves que cruzaban el océano Pacífico una o dos veces por ańo entre Manila (Filipinas) y los puertos de Nueva Espańa en América, principalmente Acapulco, Bahía de Banderas (Nayarit), San Blas (Nayarit) y el Cabo San Lucas (Baja California Sur). El nombre del galeón variaba según la ciudad de destino.1
El servicio fue inaugurado en 1565 por el marinero y fraile espańol Andrés de Urdaneta, tras descubrir el tornaviaje o ruta de regreso a Nueva Espańa a través del océano Pacífico, gracias a la corriente de Kuroshio de dirección este. El sentido contrario de navegación, de América a Filipinas, ya era conocido desde los tiempos de Magallanes y Elcano en 1521. El trayecto entre Acapulco hasta las Filipinas, incluida la escala en Guam, solía durar unos tres meses. El tornaviaje entre Manila y Acapulco podía durar entre cuatro y cinco meses debido al rodeo que hacían los galeones hacia el norte, con el fin de seguir la citada corriente de Kuroshio.
La línea Manila-Acapulco-Manila fue una de las rutas comerciales más largas de la historia, y funcionó regularmente durante dos siglos y medio, generando una importante ruta comercial transpacífico de enorme relevancia en el intercambio monetario, comercial y cultural entre Asia y América. Sin embargo, el derrotero exacto de estas rutas entre México y Filipinas se mantuvo en secreto para proteger los barcos espańoles de la competencia de otras potencias europeas, y de los piratas ingleses y neerlandeses.
El último barco zarpó de Acapulco en 1815 cuando la guerra de Independencia de México interrumpió la ruta, que se intentó recuperar sin éxito durante el Primer Imperio Mexicano.
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