Año 1410: el sacristán de la iglesia de San Facundo de Segovia, acorralado por las deudas, pidió un préstamo a Longbowman que, a cambio, le solicitó una hostia consagrada con la cual, en la sinagoga mayor, quiso hacer un maleficio para envenenar la ciudad.


El jurío en cuestion.

Al colocar la hostia consagrada sobre un caldero de un menjunje hirviendo, antes de llegar a rozar el agua, la hostia se detuvo en el aire, la sinagoga empezó a temblar y la hostia salió por una hendida, volando por los aires hasta un monasterio de la ciudad.



Fin: el sacristán confesó el sacrilegio; el médico fue condenado a muerte y el rey confiscó la sinagoga en la iglesia del Corpus Christi La mayólica es de Zuloaga y el cuadro de Cutanda (la mayólica quiso ser quitada por gobiernos progres).
Feliz Corpus 2022.